
nuestra historia
Rostizado original desde 1946
1946
En busca de un medio para sustentar a sus cuatro hijos el 8 de mayo Doña Carmen Covarrubias apertura en la Colonia Nueva Anzures el primer local.
Doña Carmen al invertir todos sus ahorros en la renta y adaptación del local, se queda con tan solo dinero para pagar tres letras del anuncio de su nueva rosticería; por lo que decide nombrarla “Río” en honor a los antiguos ríos de la zona.
1967
Al crecer, su tercer hijo Alejandro tiene la visión de expandir el negocio, inaugurando así su primera sucursal en la Colonia del Valle.
A través de los años gracias a la popularidad y aceptación de nuestros pollos rostizados, Don Alejandro y su madre logran abrir sucursales en distintos puntos de la Ciudad y el Estado de México. Cumpliendo así sus sueños de compartir con incontables familias sus inigualables pollos y exquisitos platillos mexicanos.
2011
Don Alejandro antes de fallecer decide agregar el “10” al nombre de sus sucursales para así diferenciarse del resto por hornear auténticos pollos a la leña y no manejar franquicias.
2024
Pollos Río 10 continúa con la promesa de Don Alejandro manteniéndose una empresa familiar pasando de generación en generación y preservando la original receta de los pollos a la leña de Doña Carmen.